¿Qué es el cólico del lactante?
El cólico del lactante es un conjunto de síntomas característicos de los bebés, en esta fase tan temprana de la vida, que se caracteriza por mostrar dolor o malestar a pesar de no padecer ninguna enfermedad o afección.
¿Cómo se detectant los cólicos en bebés?
Los Cólicos en bebés se producen, aproximadamente, a partir de la segunda semana de vida del bebé, repitiéndose de forma cotidiana hasta cumplir el tercer o cuarto mes.
La fase de cólico suele tener un horario constante y homogéneo, se suele iniciar a primera hora de la tarde hasta la madrugada. Y en función de cada caso predomina, evidentemente, más a una hora que otra; hay bebés que son más susceptibles de tener cólicos por la tarde y otros por la noche hasta bien entrada la madrugada.
Símptomas del cólico
El cólico es un cuadro florido de signos y síntomas tales como:
- Llanto inconsolable de inicio a fin; claro que suele tener una duración inexacta de horas al día pero que, en general, se repite de manera cotidiana.
- Actitud postural del bebé con las piernas flexionadas sobre el abdomen y puños cerrados.
- Estado del lactante es saludable pero presenta irritabilidad y agitación que no se atribuye a ninguna enfermedad o afección.
- Expresión de dolor o malestar.
- Suelen haber signos digestivos: gases, estreñimiento o regurgitación.
- Alteración en el ritmo del sueño.
La razón principal en la presencia de cólicos suele ser de origen digestivo o gastrointestinal por la propia inmadurez del intestino y la creación de la flora intestinal.
También la inmadurez del sistema nervioso vegetativo que es el que regula los movimientos propios del intestino (peristaltismo) puede inducir a los espasmos en la pared del mismo.
La presencia de regurgitación después de la toma también lo atribuimos a la inmadurez en la función de las válvulas del estómago y hace que presente reflujo gástrico y regurgitación.
Hay otras causas, como las alergias, intolerancias o sensibilidades alimentarias en esta fase tan temprana de la vida. Por ejemplo, cada vez se observan más bebés que toleran mal la proteína de la leche, en estos casos si se sigue la lactancia materna, se recomienda que la madre retire de su dieta los lácteos enteros o cambiando de fórmula de leche, se mejoran los síntomas.
¿Qué puede ofrecer la osteopatía ante la presencia de cólicos en bebés?
Los osteópatas le damos un enfoque diferente o lo completamos …
Las causas por las que el bebé sufre de cólicos, aparte de los descritos anteriormente, también pueden ser producidas por un aumento de la tensión en los tejidos que conforman la base del cráneo, el cuello y pelvis facilitando la presencia de contracturas o congestiones que irritan el sistema vegetativo (X par craneal, neumogástrico).
Aparte de todas consideraciones explicadas ponemos mucha atención en saber cómo ha discurrido todo el proceso natural del parto y los posibles problemas asociados al mismo:
- Dilatación lenta.
- Aplicación de maniobras obstétricas para ayudar al bebé en la fase expulsiva (fórceps, palas, ventosa).
Se pueden generar afecciones y tensiones anómalas en los tejidos de la base del cráneo y cervicales altas por la posición del bebé en las últimas semanas de gestación o en la fase expulsiva en que soportan la agresión de las palas, fórceps o ventosa. Estas tensiones anómalas también las sufren otras estructuras como meninges y duramadre (estuches de protección de la médula y el cerebro).
La función principal de las técnicas en Osteopatía es la de normalizar la elasticidad de cualquier tipo de tejido, este concepto también sirve para el bebé. Utilizamos técnicas manuales de bajo impacto con el objetivo de relajar la zona occipital (cráneo y cuello), liberamos la tensión de los diafragmas (frontera entre el tórax y abdomen) y reequilibramos la relación funcional entre pelvis y cráneo desde la duramadre, etc.
La experiencia clínica nos demuestra, que en conseguir corregir la viscoelasticidad de las zonas anteriormente descritas, se consigue aumentar el confort del bebé, disminuyendo así de manera notable los síntomas que aquejaban al bebé.
Nuestra conclusión es que un bebé con cólicos puede mejorar con la metodología anteriormente explicada. Después de la sesión (generalmente en las primeras 24) horas:
- Disminuyen tanto la intensidad como la frecuencia de las crisis.
- Se regulan las deposiciones y la frecuencia de las regurgitaciones.
- Y por último pero no menos importante, se consigue normalizar el ritmo del sueño, tanto del bebé como el de los sufridos padres 😉